NOTA: He cambiado las fotografías personales por dibujos.
1. Crear,
a partir de fotografías propias, un pequeño cuento que responda al título de
"Mi pequeña historia". Para ello necesitaréis fotografías desde el
nacimiento hasta el momento que deseéis, seleccionando las que consideréis más
representativas. Deberéis ordenarlas acompañándolas de una pequeña narración,
de tal manera que el resultado sea un pequeño álbum-cuento.
MI PEQUEÑA HISTORIA: Mi mejor amigo Pipo.
Había una
vez una niña llamada Olga que vivía en una pequeña ciudad llamada Albacete.
Desde bien pequeña, Olga sentía predilección por los
animales, especialmente por los perros. Se quedaba embobada cada vez que salía
uno por la televisión. Siempre que podía jugaba con ellos y se sentía muy feliz. Desde entonces su sueño era tener un perro que
fuese su amigo inseparable y compañero de juegos.
En la fiesta de su primer cumpleaños, rodeada por su
familia y frente a una bonita tarta, le dijeron que pidiera un deseo. ¿Un deseo? ¿Eso que es? (se dijo).
-Bueno, si es algo que quiera tener
yo quiero un perro, (pensó la
niña). Lástima que no me puedan entender.
Olga,
ya tan pequeña, quería tener un amigo inseparable, que estuviera siempre con
ella, que jugase y la quisiera siempre.
Cuando
nació su hermano pequeño no se sintió tan sola. Era muy feliz jugando con su
hermano y también con sus amigos del cole, ¡al
fin un compañero de juegos! Pero seguía teniendo la ilusión de tener un
fiel amigo de cuatro patas.
Como le pareció tan cariñoso, Olga se acercó a él
para jugar un poco ¡Al fin tenía un amiguito de cuatro patas! Y le dijo:
- Hola
perrito, ¿quieres ser mi amigo? Te puedo lanzar la pelota y tú me la traes. O
podemos hacer carreras, soy muy rápida, o…
Pero el perro era muy grande, y ella era muy
pequeña… el perrito empezó a oler a Olga y aunque no fue antipático con la niña…
ella se asustó porque lo veía tan grande y fuerte que le daba miedo jugar con
él.
- ¡¡Mamáááá!!! ¡¡Tengo miedo, ven por favor que este perrito es muy grande!!
Mami me calmó enseguida. Muy tranquila, con la voz
muy suave, y acariciándome la mejilla, me dijo:
-
No te asustes, cariño, es Luna, la
perrita de nuestra vecina Alicia. Te has asustado porque ella es muy grande y
tú todavía muy pequeña, pero ella solo quería conocerte. Además, a ti te
encantan los perros desde pequeña, no deberías tenerles miedo.
Pasó el tiempo, y Olga crecía
feliz rodeada del amor de su familia. Cogió un poco de miedo a los perros
porque Luna, tan grande y fuerte, la asustó ese día en el rellano de su
escalera. Pero Olga estaba equivocada, Luna era una perra muy buena y cariñosa.
¡Olga no tenía porque tenerle miedo!
Olga dejó de pensar tanto en los perros, ya no
quería tener uno, cuando sus padres le dijeron que podían adoptar a uno para al
fin tener una mascota ella se negó:
- ¡No
quiero tener perro, asustan y dan miedo!
Y
aunque sus papás intentaban convencerla de que estaba equivocada, de que los
perros eran fieles, buenos y cariñosos, no había nada que hacer, Olga les tenía
auténtico pavor.
Olga tenía en su hermanito Miguel, un fiel compañero
de juegos. Pero a medida que Miguel crecía, jugaba menos con Olga.
A Miguel le
gustaba jugar al fútbol, solo pensaba en fútbol, fútbol y fútbol. Y aunque a
Olga le gustaba jugar con la pelota, enseguida se cansaba. A ella le encantaba
correr por el jardín, coger flores y disfrutar de la naturaleza.
Como Miguel no quería acompañarla cuando Olga salía
al jardín, empezó a jugar sola. Hacía ramos de flores preciosos. Creaba
guirnaldas dignas de las más bellas princesas.
Corría tras las hermosas
mariposas, veloz como el rayo. Se lo pasaba genial, pero se sentía algo sola… Y
empezó a pensar otra vez en tener a un perrito, un fiel compañero que jugase
con ella en su amado jardín, que corriese con ella detrás de las alegres
mariposas o a quien pudiese poner sus hermosas guirnaldas de flores.
Un día, jugando en el jardín, Olga creyó escuchar
unos gemidos. Luego, unos tímidos ladridos. Olga se sintió asustada, y huyó hacia
la casa. Pero los gemidos la conmovieron y fue en busca del perrito que estaba
en apuros. Los ruidos y ladridos parecían provenir de un enorme rosal que su
madre cuidaba con esmero. Al asomarse, descubrió a un cachorro de aire
desvalido. Ante su propio asombro, Olga cogió al asustado animal que no tendría
más que un par de meses de vida. El cachorrito, agradecido porque alguien al
fin le prestase atención no hacía más que mover el rabo en señal de alegría.
Olga se agachó, viendo que era tan pequeño y amistoso.
¡Qué tonta he sido, al asustarme de
este precioso perrito!
Olga
se dejó lamer por el simpático cachorro, y ya confiada, dejó que jugase con su
lazo del pelo, y finalmente, corrió detrás de él por el jardín. Fue una tarde estupenda.
2. Describir las actividades que se podrían
trabajar con vuestro cuento utilizando la expresión corporal.
Nombre de la actividad: JUGAMOS A
LOS TÍTERES.
Edad
apropiada de los niños para realizar la actividad: a partir de los 3 años de edad.
Desarrollo
de la actividad, la secuencia: Los
niños deben de representar el cuento Mi
mejor amigo, Pipo, por medio de unos títeres de guante. Se asignan los
papeles: Olga, la niña; la madre; el
hermano pequeño, Miguel; Luna, la perra de
la vecina y Pipo. Los niños
interpretarán lo que han escuchado en el cuento mientras desarrollan sus
recursos expresivos, gestuales y corporales.
Esta
actividad potencia la libre expresión de emociones y sentimientos. Es natural
que los niños expresen sus estados de ánimo, emociones y vivencias personales
al interpretar el cuento, por lo que aparece la improvisación, la invención y
creación.
Los
recursos necesarios. Partiendo del
recurso principal que es el cuerpo del niño, otros recursos necesarios serán
los títeres y un pequeño escenario (una caja de cartón que hará de teatro).
Atención
a la diversidad y observaciones. El
trabajo con marionetas puede favorecer la psicomotricidad fina en niños con
discapacidades motóricas. También es idóneo para trabajar problemas y
alteraciones del lenguaje, ya que fomenta y desarrolla el lenguaje.
Otro
beneficio de las actividades con títeres es que se trabaja la imaginación, la
creatividad y las habilidades sociales.
También
se trabaja la atención, la concentración y la memoria.
Los
títeres pueden ser comprados o efectuados con ayuda de los niños, implicándoles
de alguna manera: coloreando unas cartulinas con la forma de los personajes y
que previamente hemos recortado, pegando unos palos para poder moverlos, etc.
LOS
PERSONAJES:
Nombre
de la actividad: SOMOS PERRITOS.
Edad
apropiada de los niños para realizar la actividad: A partir de dos años.
Desarrollo
de la actividad, la secuencia: los
niños deben de imitar a un perrito. Para ello deben de reproducir los sonidos
que emiten, los movimientos y gestos que realizan y emular lo que les
caracteriza: expresiones, muecas, etc.
Unos
niños adoptarán el papel de perritos, mientras que los otros pueden ser sus
cuidadores. Además de expresar sus sentimientos, gustos e ideas, este juego
facilita que el niño tome conciencia de la responsabilidad que supone tener un
perro en casa, así como los cuidados que requieren.
Los
recursos necesarios. Partiendo del
recurso principal que es el cuerpo del niño, se pueden utilizar imágenes de
perros, sonidos, juguetes, para motivar a los niños y fomentar su creatividad
en la imitación, etc.
Atención
a la diversidad y observaciones. Se trata de una actividad que favorece la
espontaneidad de los niños. Promueve la realización de posturas, la
coordinación y el equilibrio.
Por
otro lado, favorece la afectividad y la muestra de sentimientos y emociones.
Además, se trata de una actividad que puede servir
para vencer el miedo a los perros que tienen muchos niños.
A
partir de esta actividad se puede trabajar las rutinas y cuidados de los
animales.
BIBLIOGRAFÍA
☼
Expresión y Comunicación: Unidad número 3: Literatura
infantil. Lenguaje gestual y corporal.
El
cuento en educación infantil, un mundo de actividades.
La expresión corporal en
la etapa Infantil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario